miércoles, 14 de febrero de 2018

Déjate alcanzar

Muchos te dirán :-espera, aguarda. Y es verdad que no conviene correr... Pero hay ocasiones maravillosas que nos urgen y que apresuran, de algún modo, nuestros deseos.
El error está en dudar de una verdad enorme, inmensa: Jesús tiene más deseos, nos espera y nos busca infinitamente más. No te será difícil dejarte hallar, a pesar de las contrariedades que puedan sucederse...
Renuncia, entonces, a todo lo que no sea Él mismo, que Él obrará en tu corazón.
Desde luego, no pretendas "hacer cosas": las "cosas" no se hacen: perecen. Una un día, otra, otro día. Abandona cualquier inquietud en el silencio y la calma. En suma: no quieras nada. Deja que el Señor te lleve y te abrace como a un niño que nada quiere y nada sabe...

Alberto E. Justo


martes, 13 de febrero de 2018

El Señor llama...

¿Puede haber algo más sublime y más deseado que este "llamado" siempre reiterado de Dios?
 ¿Sabes, en realidad, quién te llama?
Descansa, ahora, en el Corazón de Cristo Jesús y no te apresures a brindarte o brindar definiciones... Ya mismo haz silencio, y aguarda la palabra que ha de llegarte en modo nuevo e inesperado...

Alberto E. Justo


viernes, 9 de febrero de 2018

sin detenernos ante las dudas....

No hemos de vacilar ya, en las circunstancias que nos envuelven...
¿No caes en la cuenta? Porqué -entonces- te quedas inmóvil sin reaccionar? No te has de confundir: el desierto no es un "refugio" sino tierra de lucha y de creación, a veces harto empeñada.
Sigue, pues, sin desfallecer un instante. El Señor te lleva, sobre todo te ama infinitamente...

Alberto E. Justo


jueves, 8 de febrero de 2018

Llama de Amor, que no se apaga

A pesar de nuestras dudas y de las "incertidumbres" de esta hora el Señor pasa y se queda: permanece y nunca nos abandona.
¡Hay tantos sedientos de Dios! Ante la Fuente, dentro de ella, alégrate y déjate alcanzar por el Amor de Dios. Pero no vaciles, no abandones tu lugar ni tu paz. Él está en ti y vuelve a ti sin cesar. En suma: no temas ni te escondas entre los árboles del bosque... Sumérgete allí donde nadie sabe. Guarda tu secreto y nada más.

Alberto E. Justo