viernes, 19 de agosto de 2016

Vida verdadera...

¿Porqué repetimos los viejos pasos si el camino ya está trazado y hasta recorrido? La Morada del Corazón de Dios es la nuestra y nos regala una evidencia: de alguna manera estamos siempre en casa... Sí, esto es así aunque pasemos por terribles desfiladeros y se perciban esas "amenazas" que no alcanzan su objeto...
Las agresiones pueden ser muchas. El Señor las ha padecido a todas y nos exhorta a no temer.
¿Es éste un consuelo? No, es la verdad. Nadie nos dice nada para amortiguar golpes o endulzar caminos ásperos... Lo que sabemos es que Él es: el Camino, y la Verdad y la Vida.

Alberto E. Justo